Después de más de una semana de abandono del blog, vuelvo con las pilas cargadas, muchas novedades, poco tiempo y un post que tenía pendiente de publicar.
Supongo que hoy casi todo el mundo ha oido hablar de los Brunch. Pero cuando nosotras lo descubrimos, en una visita a Susi en Berlín hace casi tres años, no lo habíamos visto nunca. Y nos encantó este desayuno-comida (Breakfast + Lunch) típico de los domingos. En aquel caso fue un buffet increible que incluía buffet libre frío y caliente, con una increible variedad de panes y bollos, y también ensaladas, huevos, pasta, batidos... Estuvimos horas comiendo (o eso nos pareció) y de allí fuimos directas al aeropuerto... ni cenamos.
Desde entonces nos apetecía mucho repetir, pero no encontrabamos el momento ideal. Y por fin hace un par de fines de semana nos decidimos. Es un plan perfecto para un domingo, has salido el sábado, te levantas tarde, no sabes bien si es el momento de desayunar tarde o comer pronto...
En Madrid podemos encontrar ya una gran variedad de sitios que ofrecen esté menú, a precios muy variables de unos sitios a otros. Nosotras nos decidimos por el del restaurante
Ene, en el barrio de La Latina.
Comenzamos con un surtido de panes y bollería artesanal, acompañado de mantequilla y mermelada casera. Todo del día, muy bueno. Los panes de semillas y de nueces, con una mermelada de moras, de primera, y la bollería jugosa, riquísima.
A continuación había que elegir un entrante y un principal, de entre los siguientes:
Entrantes:
Rollitos crujientes de Shitake y verduras con gajitos de Clementina
Granola de frutos secos con compota de Fresas y queso Mascarpone
Tostaditas de champiñones con jamón ibérico, nata agria y rúcula
Ensalada de frutas frescas con zumo de naranja, hierbabuena y genjibre
Daditos de buey al curry con salsa de coco y limas
Tacos de emperador en tempura con nueces de Macadamia y hortalizas
Huevos benedictine con salsa holandesa
Rollos de California con salmón y hoso makis de calabaza
Nosotras probamos los rollitos y las tostadas de primero, y el emperador y los huevos de segundo. Todo en su punto, perfectamente presentado y muy muy rico. Lo único a tener en cuenta que la elección tostadas + huevos no fue muy buena, ya que estos venían también sobre una tostada y resultó demasiado pan (que por otro lado si no es casero lo parecía, estaba muy muy bueno). Por separado, cualquiera de los platos que elegimos estaba perfecto.
Además de esto, el menú incluye una bebida caliente (café, té...) y un coctail (Mimosa o Bloody Mery) o zumo de naranja que tú decides en que momento quieres tomar. Nosotras tomamos café con leche (muy rico también aunque un poquito frío, único punto negativo de la velada) con la bollería al principio. Y un Mimosa (zumo de naranja con cava) entre el entrante y el principal.
También incluye postre, en este caso pannacota de chocolate (muy rica de sabor, pero esta vez no tenía pinta de ser del día) y avellanas con chocolate.
Un trato estupendo, aunque un poco lentos. Pero la verdad es que esto último lo preferíamos así, para poder ir descansando tranquilamente entre plato y plato, y estar más tranquilas y sin prisas. De echo le pedimos que esperaran un poco entre el entrante y el principal, y aprovechamos para tomarnos tranquilamente el coctail. Una mañana de chicas, excompañeras de piso que no sacamos tiempo nunca para vernos tranquilamente, charlar, pasar el rato sin prisas...
El sitio muy cuidado, con una decoración muy bonita, repetiremos por la tarde-noche para tomarnos una copa en la "zona chill-out" de sofás que tenía muy buena pinta.
El precio, 22€. Muy aconsejable: la conclusión fue que para ser el primero de todos los que pensamos ir probando, el listón ha quedado bastante alto. Espero que os haya gustado el brunch, ya que os pienso ir haciendo una ruta por Madrid.
Y por si no estais suficientemente aburridos a estas horas, os cuento porqué he os he tenido tantos días abandonados, ¡que teneis que haber acabado hartos de salmorejo!
Hemos estado mi pinche y yo de minivacaciones en Viena. Ha sido escapada turística, pero también "de negocios"... Resulta que mi pinche además de todo es un empollón de cuidado, y bueno, tantas matemáticas para arriba y para abajo al final dan sus frutos. Le han ofrecido hacer el doctorado en Viena.
¡¡Y allí que nos vamos!! Yo ya llevo 9 años en Madrid, y si a estas alturas sigue sin gustarme esta ciudad, creo que es que nunca me voy a adaptar del todo. Son muchos años, muchos momentos, mucha gente la que vamos a dejar... pero tenemos muchísimas ganas de arrancar esta nueva etapa, nuevo pais, nuevas experiencias, ¡¡nuevo idioma!!
Así que iros preparandoos a partir de septiembre para un montón de recetas invernales, strudeles y sopas... ¡¡Eso si, me quedo aquí el veranito con el gazpachito!!