Esta receta es todo un vicio. A los que seguís muchos blogs de cocina, seguro que os suena. Pero es que es probarlo y te quedas enganchada... y quería compartirlo con vosotros, claro. La receta original es de Cogollos de Agua.
Como otras preparaciones parecidas, como el salmón caramelizado con salsa de soja, es contundente y en grandes cantidades podría resultar empalagoso. Es mejor preparar una ración y quedarse casi con ganas de más. Está buenísimo.
El salmón es uno de los pescados que más preparamos desde que estamos en Viena, y es que es de los que encuentro con mejor relación calidad-precio. Y como me aburre, me gusta disfrazarlo con este tipo de recetas. El resultado es espectacular, con un juego de sabores estupendo.
La receta más fácil no puede ser. Perfecta para impresionar, para darse un capricho o para una cena romántica (ahora que se acerca San Valentín y muchos estaréis buscando ideas...). Lo único que no todos los ingredientes son de los que hay en todas las casas (aunque en la mía no faltan). La receta lo vale, y tanto la mermelada, como las semillas de amapola (podéis encontrarlas en herboristerías), las almendras y el jengibre son productos económicos que aunque no soláis utilizar, se pueden comprar sin problema para una cena especial.