Me encantan las verduras rellenas, como ya sabréis si me seguís habitualmente. Pues resulta que me viene de familia. Esta receta (o una parecida) me la dio mi madre la semana pasada, que enseguida se pone a rellenar calabacines o pimientos.
Y yo corrí a hacerla: tenía muy buena pinta, con la mezcla de queso azul y calabacín, y efectivamente, estaba buenísima. Además está buenísima recién hecha pero también para llevar en el tupper al trabajo, así que doble éxito.
Había pensado llamarlos "calabacines rellenos ligeros" porque no llevan bechamel. Pero luego cambié de idea: teniendo en cuenta que llevan bastante queso, no son excesivamente ligeros... pero en cualquier caso al sustituir la bechamel que podría ligar el relleno, por una crema de calabacín, estamos eliminando un montón de calorías que para nada se echan de menos en el plato, y menos aún en el culo...
Mi madre preparó la receta de forma algo diferente. En vez de cortar los calabacines a lo largo, hizo vasitos, como en esta receta de calabacines rellenos de champiñones. Y en vez de mezclar el relleno con la crema de calabacín y queso azul, la puso por encima, antes de gratinar. Al gusto.
Os cuento como la he tuneado yo, y la podéis preparar como prefiráis.