Hoy os traigo una receta con buena causa. Maite, del blog Hierbas y Especias, es una agitadora de conciencias. Y hace unos meses propuso publicar una receta con plátano o piña, para hacer llegar a todos los rincones que podamos un poco de conciencia acerca de los problemas que en los países pobres crea el cultivo de estas frutas. O más bien la falta de regulación en el mismo.
Yo puedo contarlo, pero ella lo hace mejor. Si queréis saber por el descontrol de los gobiernos sobre estas frutas, la falta de normativas, la explotación de los trabajadores, el uso de pesticidas, etc. es un problema tan grande, tienes que leer su post. Aquí os dejo un trocito:
Los bananos son la fruta más popular del mundo. Mueve imperios económicos y se cultiva en los países donde hay mayor concentración de pobreza de todo el planeta. La pobreza no existe por falta de recursos naturales o por que la gente no desee trabajarlos. Existe porque no hay decencia, pero esto ya lo sabíamos, ¿verdad?
Cuando estuve escribiendo para el blog de Mumumío aprendí muchísimo sobre productos ecológicos, comercio justo... y uno de los problemas que descubrí es el que rodea el cultivo de la piña en muchos países latinoamericanos. Es un problema muy grande que afecta a miles de personas y que desde casa, como siempre, podemos hacer muy poquito. Yo me conformé con contarlo a mis conocidos, fijarme mucho en lo que compro en casa, intentar poner mi granito de arena, siempre a pequeña escala.
Pero Maite tiene razón. Tengo un blog, tengo voz. Y aunque aún no me lo crea, sois muchos los que me leéis. Por el blog, por Facebook, en Twitter. Puedo hacer algo, y es que todos conozcáis este tema. Que visitéis Frutas Justas! (no, no venden fruta, echadle un ojo) y que si os interesa el tema, os informéis y también pongáis vuestro granito de arena.
Como mínimo, Maite nos propone unas sencillas pautas que todos podemos meditar y poner en práctica:
· Consume local...compra más en fruterías y pequeños establecimientos evitando las grandes cadenas que están hundiendo los precios en origen.
· Cuando tu bolsillo te lo permita, compra productos de precio justo... si no puedes siempre, ayuda de vez en cuando con pequeñas compras.
· Piensa que ciertos productos bio no son ni mejores ni peores para tu salud pero sí lo son para quienes los trabajan.
· Si los gobiernos y organizaciones internacionales no miran por el bienestar de la personas, hazlo tú... no los condenes al olvido.
· Deseo una vida más justa y más sana, como la mía... ojalá algún día, todo el mundo tenga lo que yo tengo.... ni más ni menos.
No quería dejar de participar y lanzar este mensaje. Pero después de todo el verano, llego yo a última hora, y encima con una receta que ella ha publicado muy parecida. Pero tras un par de intentos fallidos y un parón imaginativo impresionante, he corrido a hacer esta receta que tenía pendiente desde hace mucho.
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En febrero del año pasado, coincidiendo con el año nuevo chino, decidí darme un capricho. Y me compré dos boles con palillos preciosos. Entonces corrí a la librería: necesitaba un libro de cocina china. Y encontré uno que me enamoró. Sus fotografías, sus paso a paso tan explicados, todas esas recetas con tan buena pinta... y además los ingredientes adaptados a lo que normalmente tenemos en casa. Iréis viendo más recetas por aquí porque tiene muchas buenísimas.
Esta receta de cerdo agridulce está espectacular. No puedo decir que mucho menos artificial que la del chino, no hay más que mirar la lista de ingredientes, pero sí mucho más rica. Además, he hecho trampa. En vez de lomo he utilizado solomillo de cerdo. Me daba la impresión de que el lomo se iba a resecar al freírlo y ha sido todo un acierto. Queda jugoso y con un sabor estupendo.
No me enrollo mucho más. Solo deciros que hace mucho que el pinche no se pasaba la cena diciendo "pero que bueno te salido, pero es que está rico, rico..." Si confiáis en su criterio... tenéis que probarlo. La salsa está riquísima y la carne es de verdad, no como esas bolas de grasa y rebozado que en mucho chinos llaman cerdo agridulce.
No me enrollo mucho más. Solo deciros que hace mucho que el pinche no se pasaba la cena diciendo "pero que bueno te salido, pero es que está rico, rico..." Si confiáis en su criterio... tenéis que probarlo. La salsa está riquísima y la carne es de verdad, no como esas bolas de grasa y rebozado que en mucho chinos llaman cerdo agridulce.