El cardo, cómo la borraja es una verdura que se consume mucho por la zona de La Rioja, Navarra... pero que por ejemplo en Madrid, es muy difícil de encontrar. Yo soy medio riojana, así que en mi casa se ha comido de siempre.
Tengo la suerte de haber encontrado una frutería cerca del trabajo donde habitualmente tienen estas verduras de temporada.
Las dos son un poco pesadas de limpiar, pero el resultado merece mucho la pena.
Preparado con un buen paté el cardo está buenísimo, aunque se enmascara un poco su fantástico sabor. Pero combina muy muy bien...
Ingredientes (para 2 personas):
- 4 o 5 pencas de cardo
- 1 diente de ajo
- Una lata de buen paté, que sea un poco durito, tipo artesanal
- Un chorro de zumo de limón
- Sal, aceite de oliva
Preparación:
Lo primero es limpiar el cardo. Es un poco pesado, pero se hace enseguida. Cogemos una penca y la lavamos bien con agua fría. Ahora vamos a quitarle la parte más dura: las hebras. Lo primero es quitarle las de los dos laterales. Después, raspamos un par de veces la parte interna de la penca con un cuchillo para romper la película que tiene, una especie de piel. Por último, desechando tanto el culo como la punta de la penca, la vamos cortando en pedazos de 5-7 cm. Hay que hacer el corte de dentro hacia fuera de la penca, sin llegar a cortarla del todo: al llegar a la parte de fuera, tiramos de la hebras hacia fuera, que saldrán prácticamente enteras del trozo que estamos limpiando. Los trozos preparados los vamos poniendo en un recipiente con agua para que no se oxiden. Suena muy pesado, pero no nos llevará más de 10-15 minutos.
En la olla express ponemos el cardo limpio cubierto con agua y sal. Cocemos 20 minutos. Podemos ponerla bajo el chorro de agua para que se enfríe y podamos abrirla enseguida.
En una cazuela ancha y baja, calentamos un buen chorro de aceite y freimos el ajo en láminas. Cuando empiece a dorarse, añadimos el cardo escurrido. Tampoco tiene que estar seco del todo. Va bien por ejemplo, sacarlo de la olla con una espumadera y echarlo directamente a la cazuela. Le damos unas cuantas vueltas, que se temple un poco todo. Añadimos el zumo de limón y un par de vueltas más. Lo retiramos del fuego.
Cortamos el paté en láminas de medio centímetro más o menos y lo ponemos repartido sobre el cardo. Tapamos la cazuela y dejamos reposar sin remover y sin fuego un par de minutos.
Os va a encantar...
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