lunes, 21 de febrero de 2011

Huevos rotos con jamón y cebolla caramelizada


   Los huevos rotos son un clásico, tan sencillo, que no es necesaria receta. Pero hoy os traigo alguna idea para que triunfen aún más. Hace tiempo vi esta forma de prepararlos en el estupendo blog de Alfonso, Recetas de Rechupete, y desde entonces los hago así.

   El puntito que le da la cebolla caramelizada es estupendo, un toque dulce como sorpresa en algunos bocados... irresistible.

   No os fiéis del amarillo radiactivo de las patatas, ya sabéis que las cámaras a veces juegan alguna mala pasada.


Ingredientes:
   - 3 patatas hermosas
   - 1 cebolla
   - 3 huevos
   - 4 lonchas de jamón
   - Sal, aceite de oliva
   - Azúcar moreno, vinagre de Módena

Preparación:
   Lo primero que tenemos que hacer es caramelizar la cebolla. Para ello, la cortamos en tiras finas y la ponemos a pochar a fuego suave hasta que esté bien blanda. Lo ideal es dejarla cocinarse lentamente hasta que caramelice con sus propios azúcares, pero yo nunca tengo la paciencia necesaria. Cuando está bien blanda, le añado una cucharadita de azúcar moreno y otra de vinagre de Módena y lo dejo cocinar un par de minutos más. Cebolla caramelizada express.

   Cortamos la patata como para tortilla, en láminas ni finas ni gruesas, y la freímos en abundante aceite de oliva. Nos tiene que quedar jugosa, pero crujiente, algo más tostada que si la hiciéramos para tortilla. Aunque en realidad, las patatas fritas en este plato, también son cuestión de gustos. A mi me gustan así porque me parece que quedan más blanditas, pero mi pinche dice que él las pondría en forma de patatas fritas de toda la vida.

   Colocamos el jamón troceado, en trozos no muy pequeños, sobre un papel de horno en una fuente, y lo gratinamos durante un par de minutos, hasta que quede crujiente sin quemarse.

   Salamos las patatas y las colocamos sobre un plato grande. Sobre ellas, colocamos el jamón tostado y la cebolla caramelizada bien repartida.

   Tan sólo queda freír los huevos, teniendo especial cuidado de que no cuaje la yema, ya que es fundamental para unos auténticos huevos rotos. Los colocamos sobre el resto del plato, y servimos inmediatamente.


   Los rompemos en la mesa con ayuda de dos tenedores o dos buenos trozos de pan... y a disfrutar.
   

jueves, 17 de febrero de 2011

Muhammara, aperitivo árabe de pimientos


   Poco a poco nos vamos adaptando a la vida aquí en Viena. El invierno está siendo muy suave, aunque parece que ya está empeorando de nuevo, pero estamos disfrutando un montón, entre visitas, paseos, excursiones y demás. 

   Hace un par semanas tuvimos una cena con amigos. Cada uno teníamos que llevar alguna cosa. Yo hice una tortilla de patata, la primera que hago desde que estoy aqui, y este aperitivo al que le tenía muchas ganas: Muhammara. Lo ví hace tiempo, en algún sitio, pero al volverlo a encontrar en el blog de Ana, Cocina con Ana, sabía que tenía que hacerlo pronto.

   El sabor es buenísimo, y aunque no me ha quedado la misma textura que en la receta original, sí que bastante más denso que lo que parece en las fotos. El truco es dejarlo reposar una hora al menos para que alcance el punto final. Decorado con unas nueces, fue todo un éxito en la cena.

   Yo hice la misma cantidad que indica Ana en su receta, pero me parece que sale mucho, así que aquí os indico la mitad de las cantidades, que me parece que si no es mucha gente, es una mejor proporción. Por eso, y porque está buenísimo, ¡tiene mucho peligro! y ligerito no es precisamente... pero merece mucho la pena, todo son ingredientes muy sanos. 

   Probablemente el sirope de granada pudiera encontrarlo por aquí, pero me resultó tan fácil encontrar el zumo de granada que no quise dar más vueltas. La sección de zumos del supermercado vienés es digna de sacarle una foto...

Ingredientes:
   - 150g de pimiento rojo asado
   - 1/4 cebolla o cebolleta
   - 1/2 diente de ajo
   - 50g de nueces
   - 50g de aceite de oliva virgen extra
   - 1 cucharada de sirope de granada (o para hacerlo, 1/2 vaso de zumo de granada y 1/4 vaso de azúcar)
   - 1/4 cucharadita de pimienta negra molita
   - 1/4 cucharadita de comino molido
   - 3 cucharadas de zumo de limón
   - Unas gotas de tabasco o pimentón picante
   - 1 cucharada de pan rallado
   - Sal

Preparación:
   Si no puedes encontrar el sirope de granada preparado, se puede hacer poniendo en un cazo una medida de zumo de granada y media medida de azúcar, y dejándolo reducir hasta que quede un tercio del total. Yo lo he hecho así, y es muy fácil. Ahora a pensar que hago con el sirope que sobra, ¡que bueno!

   Para hacer la Muhammara, en un bol grande, ponemos todos los ingredientes salvo el pan rallado y el aceite. Lo trituramos con la batidora hasta lograr una salsa homogénea, y a continuación añadimos el aceite poco a poco para que vaya espesando, mientras seguimos con la batidora. 

   Por último añadimos el pan rallado, mezclamos bien, y dejamos reposar al menos una hora antes de servir. Podemos decorar con unas nueces sobre la crema, que serviremos con tostadas de pan o crackers, o como Ana nos indica, con pan de pita. 


martes, 15 de febrero de 2011

Mega Galleta, todo comenzó en Twitter


   Los que me sigáis desde hace tiempo, alucinaréis con un post sobre una galleta gigante (aparte de por la propia galleta, que es alucinante), en mi blog, donde casi no hay dulces. Yo, que no hago nunca galletas, ¿me plato con una gigante? Pues si...

   Resulta que, tal y como cuenta Pintxo, hace unos días en Twitter algunos amigos propusieron el juego de hacer cada uno su versión de esta galleta gigante, y publicarla hoy día 15 en los blogs. Como casi siempre cuando hay azúcar de por medio, no hice mucho caso, aunque me pareció algo divertidísimo. 

   Pero fueron pasando los días, y cada vez se animaba más gente... hasta llegar el sábado por la tarde. Estaba delante del ordenador y veía a muchos conocidos emocionados preparando su #megaGalleta (así es como se ha conocido en Twitter) y claro, al final me piqué. No tenía ingredientes, no tenía molde...

   Pero el domingo tenía que conseguirlo, aunque con los problemas de logística, y de tiempo, que íbamos a pasar el día por ahí. Y a ver de dónde me saco yo un molde de 28cm de diámetro y 5 de altura, si llevo 4 meses en este país, y aunque mi cocina está bien surtida, somos dos en casa. Y encima nunca hago pasteles... 

   Pues acabé desatornillando las asas de la paellera (para que no fundieran en el horno). Si, si, la paellera. Esa galleta que veis, mide 30cm. Y está tremendamente buena. Si la repito alguna vez, le pondré menos cantidad de azúcar, que para mi gusto lleva demasiado, (casi se puede masticar) pero con un buen vaso de leche fresca... ¡que rica!


   Me ha encantado participar en esta iniciativa. Me ha parecido divertidísimo cómo de la nada ha surgido la idea y al final somos muchísimos los que hemos participado, haciendo #megaGalletas en todos los rincones del mundo, con una sonrisa muy grande, porque desde luego, ha sido muy, muy divertido. Espero que Pintxo lleve la cuenta de todos los que somos, yo, desde luego, ¡me he perdido! 


   Y bueno, ahí va la receta. Aprovecho para recordaros que todavía podéis participar en el concurso de Recetas de Invierno hasta el día 28. Yo contribuyo con esta receta (por supuesto, fuera de concurso), ya que para mí, ha sido auténticamente de invierno: teníamos pensado salir a pasar el domingo de turismo, así que ya veríamos si podía hacer la receta o no. Pero a la 1 del mediodía se ha puesto a nevar muchísimo, de nuevo (llevaba 3 semanas haciendo clima primaveral). Así que nos hemos comido el bocadillo en el coche, y hemos vuelto a casa. Y mientras veía nevar por la ventana, hemos llenado todo de harina al principio, y de un intenso olor a galleta recién horneada y chocolate después. ¿Hay mejor plan para una tarde invernal de domingo?


Ingredientes: 
   - 380g de harina 
   - 1 cucharadita y media de levadura en polvo
   - 1 cucharadita de bicarbonato
   - 1 cucharadita y cuarto de sal
   - 225g de mantequilla fría
   - 120g de azúcar moreno
   - 220g de azúcar blanco
   - 2 huevos grandes
   - 2 cucharaditas de azúcar avainillado
   - 200g de chocolate negro (tableta) (más fácil de cortar si la tableta es finita)
   - 50g de nueces

Preparación:
   Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 175º, calor arriba y abajo, y buscar un molde lo suficientemente grande para nuestra galleta. En la receta original indica que tiene que ser de unos 25-28 cm y 5 cm de alto por lo menos o desbordará al crecer en el horno. Como al final yo lo he hecho en la paellera (que se le va a hacer) de 30cm, no ha crecido demasiado de altura, pero sí que es verdad que sube bastante más de cómo es al principio.

   Mezclamos los ingredientes secos: la harina (tamizada), la levadura, la sal y el bicarbonato. Los mezclamos bien y reservamos.


    Aparte, mezclamos la mantequilla cortada en dados de 1cm con los dos tipos de azúcar. Como no tengo ninguna maquinita mágica (véase Thermomix, Kitchen Aid, etc), lo he hecho con paciencia, fuerza, y un tenedor. Cuando esté bien mezclado, añadimos uno de los dos huevos, y removemos hasta que se integre bien (esto ya cuesta menos). Luego añadimos el otro huevo y repetimos.

   Incorporamos la vainilla, mezclamos, y por último vamos añadiendo la mezcla de la harina, removiendo suave con el tenedor para que se vaya mezclando todo bien.

   Cortamos la tableta de chocolate en trocitos pequeños, de medio centímetro aproximadamente. Lo mismo con las nueces. Mezclamos las dos cosas, y añadimos casi todo a la masa de la galleta, reservando algunos trozos para el final. Removemos con cuidado para que queden repartidos de manera uniforme.


   Untamos bien el molde con mantequilla con ayuda de un pincel, teniendo cuidado de que los bordes queden bien pintados. Yo como no me fiaba, he puesto además un recorte de papel de hornear en el fondo. Lo he puesto sobre la mantequilla, no para que no se pegue, sino todo lo contrario: para que no se mueva de su sitio a la hora de poner la masa.


   Ahora colocamos la "bola" de masa en el molde, y con ayuda de una espátula, la extendemos hasta que quede bien lisa y uniforme por toda la superficie. Cuando terminemos, colocamos los trozos de chocolate y nueces sobre la superficie, bien repartidas. Con un dedo, las hundimos ligeramente, para que tan sólo asomen a medias de la masa. 


   Y ya sólo queda hornearlo, sobre una rejilla a media altura. La receta ponía entre 35 y 45 minutos, así que a partir de la media hora, yo he vigilado cada 5 minutos. A pesar de que mi galleta ha quedado "finita" unos 3cm de grosor, ha tardado en cocinarse unos 50 minutos. Debe de ser cosa de mi horno. Sabremos que está hecha cuando comience a tomar un bonito color dorado. 


   La dejamos templar un rato antes de desmoldarla, buscamos alguien con quien compartir la merienda, un buen vaso de leche... ¡y a disfrutar! (y a desayunar, y para postre, y de nuevo para merendar...)
   

viernes, 11 de febrero de 2011

Sandwich gourmet de pollo al curry


   Tengo que confesar que mos estamos volviendo unos montañeros algo sibaritas. Nos gusta buscar un día libre cada fin de semana para descubrir los alrededores de Viena. No hacemos grandes picos, pero desconectamos, hacemos algo de ejercicio, descubrimos paisajes preciosos, y pasamos el día por ahí.

   Pero todo ello no quita para no poder comer bien. El caldito bien caliente para la pausa del bocadillo es fundamental. Y el "plato fuerte", pues también. Una buena tortilla, la última de chorizo, por ejemplo.

   Pero el domingo pasado, rebuscando en la nevera, este fue el resultado: un sandwich de pollo al curry digno de plato, cuchillo y tenedor, pero que degustamos entre pinos y picos aún con los restos de las últimas nevadas. Eso si es gourmet, al menos para nosotros.


Ingredientes:
   - 1 pechuga de pollo cortada en filetes finos
   - Lechuga
   - Tomate
   - Queso crema. Yo utilicé un poco que queso Quark que tenía en casa
   - Sal, curry en polvo, aceite de oliva
   - 4 rebanadas de pan de centeno

Preparación: 
   Salamos las pechugas y las espolvoreamos con una buena cantidad de curry en polvo. Las hacemos a la plancha con una pizca de aceite de oliva y las reservamos.

   Sobre uno de los panes del sandwich untamos el queso crema, y montamos el bocadillo con cuidado.


   Los envolvemos con albal, mochila al hombro, y a pasar un buen día. Feliz fin de semana a todos!

miércoles, 9 de febrero de 2011

Quiché de salmón, brocoli y queso azul - Receta de sobras


   Adoró los Quichés. Se pueden comer fríos o templados, son perfectos para llevar a una fiesta porque son facilísimos de transportar, y sobre todo, porque admiten cualquier relleno. El de hoy, de brócoli, salmón, y queso azul, lo he hecho con algunas sobras que había en casa. Por eso aprovecho para presentarlo al concurso de Laube, del blog Sano y Derechupete, que tiene por tema ¡Aprovéchame!


   Teníamos un poco de brócoli cocido que había sobrado de ayer. Un resto que no daba para un plato, y para compartir como guarnición tampoco daba para mucho. Además, me pasé en la cocción, con lo que estaba un poco blandurrio. Y además el pinche me llevaba un par de días recordando que teníamos salmón a puntito de caducar en la nevera. Es curioso la poca fecha de caducidad que tienen aquí los productos, hay que hacer la compra casi a diario. Así que venía yo pensando en como sacar de ahí una comida... y lo he visto claro: hace poco vi en un blog una quiché de salmón, brócoli y queso azul... ¡esta es la mía! Pero cuando he llegado a casa a mirar corriendo la receta que tenía guardada, resulta que era esta apetecible pastel de salmón, espinacas y queso feta, de Alimonia. Buenísima pinta, pero no era lo que buscaba... Pero está en la lista de pendientes, que pinta tiene...

   Pues nada, a improvisar, que ya se me había metido en la cabeza. Es lo bueno de las quichés, no tienen misterio. Lo ideal es hacerlo con masa quebrada, pero tenía una masa de hojaldre en la nevera que también necesitaba usar, y esta receta va de aprovechamientos,  ¿no? pues con hojaldre está buenísima también... Así que así es como ha nacido esta receta que repetiremos, nos ha encantado.


Ingredientes:
   - Unos brotes de brócoli cocidos, sobras (o no) de una comida anterior
   - 100g de salmón ahumado (a punto de caducar, aunque esto no es necesario)
   - Queso azul, el mío tipo Gorgonzola
   - 4 huevos
   - Un chorro de nata (yo no tenía en casa, así que he puesto leche: más ligero y de aprovechamiento)
   - Sal, pimienta 
   - 1 lámina de hojaldre (o mejor aún masa quebrada)

Preparación:
   Precalentamos el horno a 200º. Cortamos la lámina de hojaldre del tamaño de nuestro molde y lo colocamos con cuidado de que quede bien pegado al borde. Es importante que el fondo quede bien colocado. Podemos recortar las esquinas para darle a los bordes una altura uniforme, cortando de donde sobre y poniendo donde falte: se pegará con una ligera presión que hagamos. Yo he utilizado el propio papel de horno que trae para que sea mucho más fácil despegarlo del molde cuando esté hecho. Pinchamos ligeramente el fondo del hojaldre con un tenedor para que no se hinche al hornear y reservamos en la nevera hasta que tengamos listos el resto de ingredientes.


   Si el brócoli es fresco, lo cocemos, o lo hacemos al vapor con un poco de sal. Con que esté al dente es suficiente, no es necesario que esté muy hecho. Lo cortamos en ramilletes pequeños. Troceamos el salmón en tiritas, y partimos el queso en dados o trozos pequeños.

   Batimos los huevos, les añadimos una pizca (muy poca) de sal y un poco de pimienta molida. Incorporamos un chorrito de nata o leche y mezclamos bien.


   Colocamos dentro del molde todos los ingredientes bien repartidos. Yo he puesto un poco de brócoli, la mitad del salmón, y unos trozos de queso, y luego otra vez en el mismo orden. No han sido capas como tal, ya que estaba todo muy repartido. Por último, añadimos el huevo con cuidado y movemos un poco el molde para que llegue hasta todos los rincones. Si flota algún trozo de salmón podemos empujarlo un poco hacia adentro.


   Tan sólo queda hornear. Yo uso un molde pequeño, de 16 centímetros de diámetro. Me gusta mucho más así porque queda más alta la quiché. Pero se puede hacer sin problema en el típico molde grande y bajito. En ese caso, será suficiente con 20 minutos de horno. Yo, como tenía una altura de unos 7cm, lo he tenido unos 35 minutos. En cualquier caso, estará listo cuando pinchemos en el centro con un palillo y salga húmedo pero limpio. 


   Se puede comer frío o mejor aún, templado. Acompañado de una ensalada tenemos una comida o cena, más que completa, sana y riquísima. Y en este caso... de aprovechamiento. 

lunes, 7 de febrero de 2011

Hamburguesa de pollo


   En casa nos gustan mucho las hamburguesas. Pero las de verdad: con un buen, pan, carne de verdad... hace unos días nos tomamos una pedazo de cena con unas hamburguesas tremendas. Pero no se por qué razón, los paquetes de pan de hamburguesas los hacen familiares: de seis en seis.

   Así que nos sobraban algunos bollitos de hamburguesa, había unas pechugas de pollo en la nevera que me parecían de lo más aburridas... así que me puse a improvisar y surgieron estas hamburguesas de pollo: diferentes a lo habitual, pero también muy buenas.

   En este caso el pinche se mostró más rehacio de lo habitual. Eso de picar el pollo y empezar a añadirle cosas raras no le parecía muy buena idea. Pero hay que decir que al final dió su visto bueno. Aunque sigue prefirendo las hamburguesas de carne (yo también), estas de pollo le gustaron bastante. Probaré a hacer la misma mezcla pero en forma de albóndigas, con alguna salsa suave de acompañamiento. Ya os contaré. De momento, os cuento cómo las hice.

Ingredientes:
   - 250g de pechuga de pollo
   - 1/4 cebolla
   - 1/2 diente de ajo
   - Un trocito de jengibre fresco rallado
   - 2 cucharadas de pan rallado
   - 1 cucharada de salsa de soja
   - Harina para el exterior
   - Aceite de oliva
   - Los ingredientes habituales para montar la hamburguesa: pan, queso, lechuga, tomate, etc...


Preparación:
   En la picadora, ponemos las pechugas de pollo en dados, la cebolla, el ajo, el jengibre rallado, y la salsa de soja. No será necesario añadir sal, ya que lleva la salsa de soja, que es muy salada.


   Trituramos hasta lograr una pasta homogénea, y añadimos un par de cucharadas de pan rallado para que sea menos pegajosa.

   Formamos dos bolas grandes con la mezcla de la carne picada y las pasamos por harina para poder manejarlas. Las aplastamos y las hacemos a la plancha, con cuidado de que queden bien cocinadas por dentro.


   Yo al darles la vuelta en la sartén les puse una loncha de queso para que se funda. Era queso tipo Edam, pero por el sabor, le habría ido muy bien un par de trozos de queso brie.


   Montamos la hamburguesa como más nos guste... ¡y a disfrutar!

miércoles, 2 de febrero de 2011

Pollo Tandoori al horno


   Como sabéis, algunas de mis recetas no son más que simplificaciones de más elaboradas, forma de disfrutar de sabores diferentes sin complicarme mucho la vida. Es el caso de este pollo tandoori. La receta original, que parece ser que proviene de Inglaterra en vez de ser de India, es una especie de curry de pollo troceado. Y está riquísimo. 

   Pero hoy toca, como os decía, no complicarse la vida. Os he hablado alguna vez de las especias del Naschmarkt, cuando hice las brochetas al Ras el Hanout. Pues bien, en la misma tanda, compré también un paquete de Tandoori Masala que se me antojó, además de alguna otra cosita que fue el premio del cumpleblog y que podéis ver en el blog de Ana, la cocina de Bétulo. Y el otro día tenía unos muslos de pollo y pocas ganas de cocinar, así que de ahí salió la receta que os traigo hoy. 

   Lo acompañmos con un poco de arroz salvaje frito, que es crujiente y tostado. Sorprendente, tanto de sabor como de textura, no dejéis de probarlo. 

   Poco a poco sigo probando recetillas austriacas, como el Liptauer que he publicado en I Love Tapas, que estaba riquísimo, pero entre visitas, viajes, proyectos y demás ¡casi no tengo tiempo! Paciencia y pronto veréis alguna cosa rica típica de aquí... 


Ingredientes:
   - 2 muslos de pollo
   - 1 yogurt natural cremoso, tipo griego
   - Mezcla de especias Tandoori masala
   - Sal

Preparación:
   Lo primero que tenemos que hacer es pelar los muslos de pollo para que luego se impregnen bien con la marinada. También podemos hacerle algunos cortes profundos en las partes más gruesas de la carne para que penetre mejor. Lo salamos. 

   Mezclamos bien el yogurt con dos cucharadas de la mezcla de especias y untamos bien el pollo con esta crema. Ponemos todo el yogurt, de forma que quede el pollo bien bañado, y dejamos reposar el la nevera unos dos horas como mínimo, aunque mejor aún si es durante toda la noche.


   Precalentamos el horno a 180º. Sacamos el pollo de la salsa sin escurrirlo demasiado y lo colocamos sobre una fuente de horno. Horneamos durante una hora y cuarto, para que quede bastante seco, dándole la vuelta a los muslos cada 15 minutos, para que se haga bien por todas partes. Las dos primeras veces que le he dado la vuelta (minuto 15 y minuto 30) lo he vuelto a imprengar con una buena cantidad de yogurt por la cara que quedaba arriba para que no se secara demasiado y cogiera más sabor. Las dos últimas vueltas las he dejado tal cual para que quedara crujiente.

   El resultado es un pollo asado con un intenso sabor a especias, que no queda seco gracias a que lo hemos marinado durante un buen tiempo. 
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