Siempre me ha gustado cocinar, ¡pero en todo hay que ir poco a poco!
Y la bechamel ha sido mi asignatura pendiente, pero no quería dejar de hacer berenjenas rellenas, lasaña...
Así que al final encontré una manera de hacer bechamel rápido, fácil y eso sí, insípida, muy insípida... pero bueno, el fin es utilizarla para ligar otros platos, ¡las croquetas se quedarán para más adelante!
Bechamel para torpes (o principiantes!)
Templamos en el microondas un tazón de desayuno lleno de leche. Luego añadimos un par de cucharadas colmadas de harina, y disolvemos bien. La forma de hacerlo es: colocar la cuchara llena por encima del tazón y menearla para que vaya formando una capita fina de harina sobre la leche. Luego damos muuuchas vueltas (¿quien no se ha hecho un colacao frío?). Repetimos y listo
En un cazo, derretimos una cucharadita de mantequilla y antes de que esté muy caliente (si no saldrán grumos) vamos añadiendo la mezcla poco a poco. Y removiendo. Removemos toooodo el rato, muy suavecito, siempre en el mismo sentido. Unos 5 minutos a fuego medio. Cuando ya te empiezas a hartar, ¡de pronto empieza a espesar! Cuando llega al punto que queremos, añadimos sal, nuez moscada y un poco de pimienta molida.
Eso sí, ¡¡¡¡que a nadie se le ocurra hacer croquetas con esta bechamel!!!!
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