Estos días estoy liadísma. Entre trabajo, más trabajo, viajes, compromisos... no paro un segundo, por eso tengo el blog un poco abandonado: la semana pasada sólo comida "de batalla"!
Pero me invitaron a participar en el concurso de recetas de
Yemas de Santa Teresa y me apetecía muchísimo. Para ello, había que hacer una receta entre varias propuestas, bien de la forma convencional, bien de una forma diferente.
Así que yo elegí la de Albóndigas de Ternera, pero dándole un toque personal:
En forma de Chupachups, con tres salsas distintas para mojar, una propuesta perfecta para una cena de picoteo. Las albóndigas van rellenas de queso, para un punto más de sorpresa. Y las salsas son:
- Crema de manzana y cebolla
- Salsa de espinacas
- Salsa de piquillos (la he cogido del blog de Lore,
Cocinándotelo Light, que tiene unas ideas fantásticas)
Ingredientes:
Para las albódigas:
- 500g de carne picada de ternera
- 1 diente de ajo
- Sal, nuez moscada, leche, pan rallado, perejil, pimienta
- Queso en daditos. Uno que funda bien. Yo he usado mezcla de Cheddar, Edam y Emmental
- Aceite de oliva
- Palillos de brocheta u otro tipo de palillo largo
Para la crema de manzana y cebolla:
- 1 cebolla pequeña
- 1 manzana golden
- Un chorrito de vino blanco, un chorrito de whisky
- Sal, aceite de oliva
Para la salsa de espinacas
- 100g de espinacas
- 1 quesito
- Aceite, sal, harina
Para la salsa de piquillos:
- 1 calabacín pequeño
- 1 cebolla
- Leche
Preparación:
Albóndigas:
Primero preparamos la carne. Le añadimos sal, nuez moscada, pimienta molida, un diente de ajo muy picadito, perejil muy picado también, un par de cucharadas de pan rallado y un chorro de leche. Lo dejamos reposar media hora. De mientras podemos hacer las salsas.
Hacemos albóndigas. Tienen que ser pequeñitas, para que sean cómodas de comer. Primero hacemos una bolita con las manos. Luego hacemos un hueco para el queso con los pulgares. Introducimos 1 o 2 taquitos pequeños de queso y volvemos a cerrar la albóndiga y le damos forma de nuevo. Tiene que quedar bien tapado, muy uniforme, porque si no al freir se abrirán y se saldrá el queso.
Las freímos en abundante aceite. No debe estar muy caliente, para que se hagan bien por dentro sin quemarse. Les vamos dando vueltas constantemente.
Las depositamos sobre un papel de cocina para que suelten el aceite, y les ponemos el palito. Yo he usado palos de brocheta partidos a la mitad.
Esta vez las he puesto sobre una fuente, pero otra buena forma de presentarlos sería pinchándolos en un pan, por ejemplo.
Crema de manzana y cebolla:
Pelamos y picamos la manzana y la ponemos a fuego medio junto a la cebolla picadita con un chorrito de aceite. Añadimos sal y un chorrito de vino blanco para que no se queme. Cocinamos hasta que esté todo bien blandito y doradito. Por útimo rociamos con un poco de whisky y dejamos que este se consuma.
Pasamos por la batidora añadiendo un poco de agua si es necesario para lograr la densidad que queramos.
Salsa de espinacas:
Cocemos las espinacas en abundante agua hirviendo con sal. Escurrimos bien y reservamos.
Hacemos una bechamel ligera, y derretimos en ella el quesito. Añadimos las espinacas y pasamos por la batidora hasta lograr una cremita fina.
Salsa de piquillos:
Ponemos a pochar en una sartén la cebolla picadita, junto al calabacín pelado y troceado, con un chorrito de aceite y sal. Cuando esté todo bien blando, añadimos los pimientos escurridos y lo dejamos cocer un par de minutos.
Pasamos por la batidora, añadiendo leche hasta conseguir la textura que queramos.
Lo servimos con las albóndigas calentitas y las salsas templadas.
Cada comensal coge su Chupachups, lo moja en la salsa que más le guste... y a disfrutar!