Los que me sigáis desde hace tiempo, alucinaréis con un post sobre una galleta gigante (aparte de por la propia galleta, que es alucinante), en mi blog, donde casi no hay dulces. Yo, que no hago nunca galletas, ¿me plato con una gigante? Pues si...
Resulta que, tal y como cuenta
Pintxo, hace unos días en
Twitter algunos amigos propusieron el juego de hacer cada uno su versión de
esta galleta gigante, y publicarla hoy día 15 en los blogs. Como casi siempre cuando hay azúcar de por medio, no hice mucho caso, aunque me pareció algo divertidísimo.
Pero fueron pasando los días, y cada vez se animaba más gente... hasta llegar el sábado por la tarde. Estaba delante del ordenador y veía a muchos conocidos emocionados preparando su #megaGalleta (así es como se ha conocido en Twitter) y claro, al final me piqué. No tenía ingredientes, no tenía molde...
Pero el domingo tenía que conseguirlo, aunque con los problemas de logística, y de tiempo, que íbamos a pasar el día por ahí. Y a ver de dónde me saco yo un molde de 28cm de diámetro y 5 de altura, si llevo 4 meses en este país, y aunque mi cocina está bien surtida, somos dos en casa. Y encima nunca hago pasteles...
Pues acabé desatornillando las asas de la paellera (para que no fundieran en el horno). Si, si, la paellera. Esa galleta que veis, mide 30cm. Y está tremendamente buena. Si la repito alguna vez, le pondré menos cantidad de azúcar, que para mi gusto lleva demasiado, (casi se puede masticar) pero con un buen vaso de leche fresca... ¡que rica!
Me ha encantado participar en esta iniciativa. Me ha parecido divertidísimo cómo de la nada ha surgido la idea y al final somos muchísimos los que hemos participado, haciendo #megaGalletas en todos los rincones del mundo, con una sonrisa muy grande, porque desde luego, ha sido muy, muy divertido. Espero que Pintxo lleve la cuenta de todos los que somos, yo, desde luego, ¡me he perdido!
Y bueno, ahí va la receta. Aprovecho para recordaros que todavía podéis participar en el
concurso de Recetas de Invierno hasta el día 28. Yo contribuyo con esta receta (por supuesto, fuera de concurso), ya que para mí, ha sido auténticamente de invierno: teníamos pensado salir a pasar el domingo de turismo, así que ya veríamos si podía hacer la receta o no. Pero a la 1 del mediodía se ha puesto a nevar muchísimo, de nuevo (llevaba 3 semanas haciendo clima primaveral). Así que nos hemos comido el bocadillo en el coche, y hemos vuelto a casa. Y mientras veía nevar por la ventana, hemos llenado todo de harina al principio, y de un intenso olor a galleta recién horneada y chocolate después. ¿Hay mejor plan para una tarde invernal de domingo?
Ingredientes:
- 380g de harina
- 1 cucharadita y media de levadura en polvo
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita y cuarto de sal
- 225g de mantequilla fría
- 120g de azúcar moreno
- 220g de azúcar blanco
- 2 huevos grandes
- 2 cucharaditas de azúcar avainillado
- 200g de chocolate negro (tableta) (más fácil de cortar si la tableta es finita)
- 50g de nueces
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 175º, calor arriba y abajo, y buscar un molde lo suficientemente grande para nuestra galleta. En la receta original indica que tiene que ser de unos 25-28 cm y 5 cm de alto por lo menos o desbordará al crecer en el horno. Como al final yo lo he hecho en la paellera (que se le va a hacer) de 30cm, no ha crecido demasiado de altura, pero sí que es verdad que sube bastante más de cómo es al principio.
Mezclamos los ingredientes secos: la harina (tamizada), la levadura, la sal y el bicarbonato. Los mezclamos bien y reservamos.
Aparte, mezclamos la mantequilla cortada en dados de 1cm con los dos tipos de azúcar. Como no tengo ninguna maquinita mágica (véase Thermomix, Kitchen Aid, etc), lo he hecho con paciencia, fuerza, y un tenedor. Cuando esté bien mezclado, añadimos uno de los dos huevos, y removemos hasta que se integre bien (esto ya cuesta menos). Luego añadimos el otro huevo y repetimos.
Incorporamos la vainilla, mezclamos, y por último vamos añadiendo la mezcla de la harina, removiendo suave con el tenedor para que se vaya mezclando todo bien.
Cortamos la tableta de chocolate en trocitos pequeños, de medio centímetro aproximadamente. Lo mismo con las nueces. Mezclamos las dos cosas, y añadimos casi todo a la masa de la galleta, reservando algunos trozos para el final. Removemos con cuidado para que queden repartidos de manera uniforme.
Untamos bien el molde con mantequilla con ayuda de un pincel, teniendo cuidado de que los bordes queden bien pintados. Yo como no me fiaba, he puesto además un recorte de papel de hornear en el fondo. Lo he puesto sobre la mantequilla, no para que no se pegue, sino todo lo contrario: para que no se mueva de su sitio a la hora de poner la masa.
Ahora colocamos la "bola" de masa en el molde, y con ayuda de una espátula, la extendemos hasta que quede bien lisa y uniforme por toda la superficie. Cuando terminemos, colocamos los trozos de chocolate y nueces sobre la superficie, bien repartidas. Con un dedo, las hundimos ligeramente, para que tan sólo asomen a medias de la masa.
Y ya sólo queda hornearlo, sobre una rejilla a media altura. La receta ponía entre 35 y 45 minutos, así que a partir de la media hora, yo he vigilado cada 5 minutos. A pesar de que mi galleta ha quedado "finita" unos 3cm de grosor, ha tardado en cocinarse unos 50 minutos. Debe de ser cosa de mi horno. Sabremos que está hecha cuando comience a tomar un bonito color dorado.
La dejamos templar un rato antes de desmoldarla, buscamos alguien con quien compartir la merienda, un buen vaso de leche... ¡y a disfrutar! (y a desayunar, y para postre, y de nuevo para merendar...)