Col china salteada con salsa de soja y tomate

   Estoy harta de que me gusten las recetas verdes y poco apetitosas. Blogs preciosos llenos de helados, tartas de colores, postres cremosos... y yo venga una y otra vez que si la col, que si el pak-choi... 

   Espero que aunque la foto no es muy apetecible, si os digo que es un primer plato o guarnición riquísimo, barato y además ligero, se os cambie la cara y os animéis a probarlo. 

   Una receta de esas que surge del "no tengo nada en la nevera más que esta col triste..." pero que se queda en la cocina y pasa a formar parte del menú de tupper semanal. La he probado ya en distintas versiones, con varios tipos de col, intentando añadir más ingredientes. Pero como más rica queda es tal cual la hice la primera vez. Con col china, que tiene un gusto muy especial. La salsa de soja y el tomate la complementan y el sabor nos tiene enganchados. Un regustillo como a ahumado que no se de dónde sale, me encanta.

   Acompañado de salchichas está tremendo. Y es que no se que tienen la col y las salchichas que casan tan bien. La lombarda y las frankfurt, la sopa de col con salchichas, las salchichas y el chucrut... Pero es verano, y toca bajar los excesos del fin de semana, así que lo veis con pechuga de pollo. Pero hacedme caso y probar con salchichas, por ejemplo con unas Bratwurst está buenísimo.

   Y vale, prometo receta dulce y colorida dentro de poco...

Ingredientes:

   - 1 col china de tamaño mediano

   - 1 tomate grande

   - 1 vaso de chupito de salsa de soja

   - 1 diente de ajo

   - Aceite de oliva, sal, pimienta negra recién molida

Cómo preparar la col china salteada con salsa de soja y tomate:

   Separamos las hojas de la col y las lavamos a conciencia. No se que tiene la col china que les gusta a los bichitos tanto como a mí... ¿o sólo son las coles chino-austriacas las que vienen con habitantes?

   Escurrimos y cortamos en tiras de 1 centímetro de ancho. Para que no se quede cruda una parte y muy blanda otra, yo lo hago de la siguiente manera:

   Cortamos empezando por la zona de más tallo. Cuando llegamos la parte de la hoja que tiene más verde que penca, reservamos para más tarde. Así picamos todas las pencas primero. 

   En una cazuela ancha ponemos un fondo de aceite y añadimos un diente de ajo en láminas. Cuando empiece a dorarse, incorporamos la col que tenemos troceada. No ponemos sal, ya que más tarde añadiremos salsa de soja. 

   Damos unas vueltas para que se saltee un poco, añdimos 1/3 de vaso de agua y tapamos la cazuela. La idea es que se haga al vapor. De esta forma mantiene mucho mejor sus propiedades y sabor que si la cociéramos en agua. Y se hace más rápido que simplemente rehogada.

   Mientras vamos dando vueltas de vez en cuando a la cazuela, picamos el resto de la col, las hojas que teníamos reservadas. Lavamos y picamos el tomate en daditos.

   Pasados unos 10 minutos, añadimos el resto de la col a la cazuela, y seguimos cocinando de la misma manera. Podemos dejar que se evapore el agua para sofreir un poco la col, o añadir un poquito más de agua si se seca para siempre haya vapor en la cazuela tapada. Vamos alternando. 

   Cuando veamos que las partes más duras están ya blandas, subimos el fuego para que se evapore el agua. Si tenemos prisa o hay mucho líquido, podemos escurrirlo con un escurridor y regresarlo a la cazuela.

   Añadimos la salsa de soja y el tomate, y una buena pizca de pimienta negra, y cocinamos a fuego bastante fuerte otros 5-10 minutos, removiendo de vez en cuando hasta que se evapore la mayor parte del líquido. 

   Listo para comer, para meter al tupper, para guarnición, para primer plato... ¡como más os guste!