Lentejas guisadas con calabaza

   En mi casa siempre se han comido las lentejas con chorizo. O sin él, si queremos un plato más ligero, pero con sabor a pimentón, con su patata, puerro... Hace un par de inviernos descubrí otra forma de hacerlas muy distinta, con limón y especias. Desde entonces las preparo así de vez en cuando también. 

   Pero había oído a mi amiga Laura hablar de las lentejas con calabaza, que es como se preparan en su casa, y tenía muchas ganas de probarlas. Así que finalmente el otro día le pedí la receta. Y como suelo hacer, acabé preparándolas de una forma diferente a como me dijo ella. Así soy yo... Ella tritura todas las verduras juntas, salvo las lentejas, y aunque tiene que estar buenísimo, me parecía más aburrido. A mi me apeteció encontrarme los trocitos de calabaza (que le vamos a hacer si soy una adicta a la calabaza). Además me parece más vistoso así, con los trozos naranjas. 

   Tuvimos la duda de si la calabaza sería demasiado dulce, pero la verdad es que para mi gusto estaba estupenda. Las lentejas tienen ese sabor que combina tan bien con chorizo y panceta como con curry o especias, y con la calabaza no ha sido distinto. Me ha encantado el contraste. Ya tenemos otra receta de lentejas. 

   En este caso las he preparado bastante secas, pero si os gustan más caldosas, tan sólo hay que ir ajustando las cantidades de agua durante la cocción. Un poco más de agua, un hervor, y listo. Los tiempos de cocción también son variables. A mi me gusta la calabaza muy entera, casi crujiente, pero que ceda al morder. Si os gusta más deshecha, acortad la primera cocción y alargad la segunda (ver receta): las lentejas necesitarán en total unos 40 minutos, aunque depende mucho del tipo de lenteja. 

   Espero que os guste esta manera distinta de prepararlas: ligera, fácil, vegetariana, y un buen plato de cuchara para el frío que, al menos a Austria, ya ha llegado. 

   Ingredientes (para 4-5 raciones): 

   - 500g de lentejas 

   - 1 puerro 

   - 1 tomate 

   - 1 o 2 pimientos rojos 

   - 1 zanahoria grande 

   - 2 dientes de ajo 

   - 1 hoja de laurel 

   - 1 cucharada de pimentón 

   - 300g de calabaza (peso sin piel ni pipas) 

   - Sal 

   Cómo preparar las lentejas con calabaza:

   Deslavamos bien las lentejas, las escurrimos y las ponemos en una cazuela con 2 litros de agua fría. Añadimos los ajos pelados, el puerro limpio y partido en 3-4 trozos, los pimientos sin pepitas ni rabo, la zanahoria pelada y partida por la mitad, el tomate entero, el laurel, el pimentón y la sal. Si tenemos una bolsita para cocer legumbres, podemos poner todas las verduras en la bolsa, para que sea más fácil recuperarlas luego. Pero no es necesario, yo no lo he hecho. 

   Ponemos a cocer tapado a fuego medio (justo que hierva) y medimos el tiempo desde que empiece a hervir. 

   Mientras tanto, pelamos la calabaza, le quitamos las pepitas, y la cortamos en dados de un centímetro o menos. 

    De vez en cuando controlamos de agua, añadiendo un vaso de agua templada o caliente si vemos que se queda muy seco, y removemos ligeramente. 

   Una vez pasados 30 minutos, dejando la cazuela a fuego suave, retiramos todas las verduras y añadimos los daditos de calabaza. Aprovechamos para probar de sal y rectificar si hace falta. 

   Retiramos el laurel y la piel del tomate y el pimiento, y trituramos todo lo demás, añadiendo un poco de agua de las lentejas si queremos, para hacerlo más fácil. Incorporamos el puré a las lentejas y cocemos otros 10 minutos más, hasta que las lentejas y la calabaza estén hechas. Cada tipo de lenteja es distinto, así que los tiempos son orientativos. Como siempre, vigilamos de agua: añadimos más si están muy secas o cocemos destapado si están muy caldosas para nuestro gusto.

   Variantes y consejos: 

   - Podemos añadir chorizo para una versión con un toque más clásico, o curry para un sabor diferente. 

   - Si preferimos podemos triturar también la calabaza. Para ello la añadimos en trozos grandes al principio de la cocción y la trituramos junto al resto de verduras. Encontraremos tan sólo las lentejas en un caldo espeso. Puede ser una buena opción para los niños. 

   - Durante toda la cocción vamos añadiendo agua si vemos que falta. Se pueden hacer más o menos caldosas, al gusto. Hay que tener en cuenta que al reposar, engordan. 

   - Están mucho más ricas de un día para otro. Por ello son estupendas para llevar en el tupper.