Lasaña de carne, tomate y ricotta

   Lo siento si habéis llegado hasta aquí buscando una lasaña bien montadita, fotogénica, estable, en la que se vieran las capas preciosas con el relleno asomando sugerente... Bueno, no lo siento tanto, porque no habréis encontrado eso, pero habéis encontrado una receta venida desde Nápoles, auténtica cocina italiana. De la de hacer despacito para ocasiones especiales. De las que se quedan en el recuerdo... mmmhhh... aquella lasagna...

   Y es que Rossana el año pasado por carnaval nos preparó este plato y hemos estado un año recordándolo mientras se nos hacía la boca agua. Porque esta receta en Nápoles se prepara por carnaval, así que este año soy yo la que me he metido a la cocina para enseñarosla. 

   Un ingrediente clave son las hojas para lasaña de pasta fresca. Rossana se las trae de Italia de vez en cuando, y os aseguro que la lasaña o los canelones no tienen nada que ver con lo que estamos acostumbrados. He pensado alguna vez en hacerlas en casa, pero ha ido pasando el tiempo y nada. Hasta que en mi último viaje a Italia, además de unos preciosos calabacines me traje un paquetito de Sfoglia per lasagne. No he usado todas las hojas y las que han sobrado están guardadas en mi congelador como un tesoro (espero que se conserven bien).

   La receta de esta lasagna es bastante elaborada, pero el resultado es espectacular. El tomate mezclado con el ricotta, las bolitas de carne que se deshacen en la boca, las hojas de pasta tan finitas... es una gozada. Si tenéis oportunidad de hacerla con esta pasta fresca, perfecto. Si no, la receta se puede hacer también con láminas normales de lasaña, que aunque no será lo mismo, estará también estupenda.

   Y aunque no se vea en las fotos, sí que la lasaña queda en forma de capas, lo que pasa es que al ser la masa tan finita y el relleno poco consistente, al sacarla del molde se hunde bastante, quedando como "desparramada". Pero mirad, mirad, que no os engaño...

   Con los ingredientes que pongo me ha dado para 3 capas en un molde cuadrado de 22x22cm. Igual sería mejor buscar uno un poco más alto y calcular para repartir en alguna capa más. A vuestro gusto.

Ingredientes:

   Láminas de lasaña frescas

   Queso rallado para gratinar

   Para el ragú:

   - 750g de tomate triturado o passata

   - 1 cebolla

   - 2 o 3 hojas de albahaca fresca

   - Sal, aceite de oliva

   Para las Polpette de carne:

   - 350g de carne picada mixta

   - Un buen puñado de miga de pan, o 2 rebanadas de pan de molde

   - 1 huevo

   - Sal, aceite de oliva

   - 1 cucharada de queso parmesano rallado

   Para el ricotta:

   - 250g de queso ricotta o requesón

   - 1 bola de mozarella

Cómo preparar la lasaña de carne, tomate y ricotta:

Ragú o salsa: 

   Comenzamos con la salsa de tomate, que tarda bastante en hacerse. En una cazuela ponemos a pochar la cebolla muy picada. Tras unos 5 minutos, cuando esté transparente, añadimos el tomate triturado y la mitad de cantidad de agua, es decir, si es medio litro de tomate, añadimos 1/4 de litro de agua, utilizando el mismo recipiente lleno a la mitad. 

   Salamos y añadimos las hojas de albahaca muy picadas.

   

   A fuego suave dejamos cocer tapado por lo menos 1 hora, justo que hierva muy suavemente. Debe reducirse todo el agua y volver a tener la consistencia del tomate triturado, o algo más gordo. 

Polpette de carne:

   Mezclamos la carne con el huevo, sal, el queso y la miga de pan, que habremos mojado y luego escurrido muy bien. Yo he utilizado un semmel y se me ha quedado algún cachito de corteza muy fina, por eso se ve un poco dorado en las fotos. Pero lo idea es que sea miga pura y dura (si, dura del día anterior es perfecto).

   Ahora con esta mezcla hacemos bolitas, polpette. Tienen que ser del tamaño de garbanzos, cuanto más pequeñas mejor. He descubierto que si de vez en cuando te humedeces las manos se hace mucho más fácil porque no se pega. Pero un poco, no es cuestión de llenar la carne de agua.

   En una sartén con un poco de aceite, las vamos friendo por tandas. Estoy segura de que en la receta original se fríen en abundante aceite, pero en este caso no me voy a ceñir a ella, con una gotita de aceite quedan perfectas. 

Mezcla de queso:

   En un cuenco mezclamos el ricotta con la mozarella muy picada y una o dos cucharadas de ragú. 

Pasta de lasagna: 

   Si tenemos suficiente sitio en la cocina, se pueden cocer todas las hojas de pasta que vayamos a utilizar y dejar listas para montar la lasaña rápidamente. Es lo ideal, pero si vuestra cocina es del tamaño de mía probablemente tengáis que hacerlo según las vais colocando en el molde. A vuestro gusto.

   Tenemos que poner una cazuela hermosa con agua hirviendo (no hace falta que a borbotones) y un chorrito de aceite. Al lado, colocamos un recipiente con agua fría.

   Cogemos una hoja de pasta y la sumergimos en el agua caliente. Con una espumadera la empujamos hacia abajo, y cocemos más o menos 1 minuto, hasta que esté manejable. La pasamos con cuidado al agua fría, dejamos unos segundos y la sacamos sobre una superficie limpia. Ahora podemos cortarla del tamaño del molde y dejarla aquí hasta el momento de utilizarla. 

Montaje de la lasagna:

   En el fondo de nuestro molde ponemos unas cucharadas de ragú o salsa de tomate. Sobre éste, una lámina de pasta (o las que necesitemos para cubrir totalmente).

   Seguimos con una capa de queso, que quede espesita. Distribuimos unas polpette sobre el queso y cubrimos de salsa. 

   Volvemos a tapar con pasta y repetimos: queso-carne-tomate-pasta hasta llegar arriba del molde. Terminamos con una buena cantidad de tomate, que cubra todos los huecos y que hará que se cueza bien en el horno.

    Espolvoreamos con queso rallado y horneamos a 190º unos 40 minutos. Aunque las intrucciones de la pasta dicen que con 15 minutos está hecha, queremos que se mezclen los sabores y se haga todo junto en el caldo que soltará el queso y el tomate, y que se vuelva a quedar seca, que se evapore todo el líquido. 

   Ahora sólo nos queda disfrutar en buena compañía. ¿Quién pone el tiramisú para el postre?