Calabacines rellenos de carne y queso azul

   Me encantan las verduras rellenas, como ya sabréis si me seguís habitualmente. Pues resulta que me viene de familia. Esta receta (o una parecida) me la dio mi madre la semana pasada, que enseguida se pone a rellenar calabacines o pimientos. 

   Y yo corrí a hacerla: tenía muy buena pinta, con la mezcla de queso azul y calabacín, y efectivamente, estaba buenísima. Además está buenísima recién hecha pero también para llevar en el tupper al trabajo, así que doble éxito.

   Había pensado llamarlos "calabacines rellenos ligeros" porque no llevan bechamel. Pero luego cambié de idea: teniendo en cuenta que llevan bastante queso, no son excesivamente ligeros... pero en cualquier caso al sustituir la bechamel que podría ligar el relleno, por una crema de calabacín, estamos eliminando un montón de calorías que para nada se echan de menos en el plato, y menos aún en el culo... 

   Mi madre preparó la receta de forma algo diferente. En vez de cortar los calabacines a lo largo, hizo vasitos, como en esta receta de calabacines rellenos de champiñones. Y en vez de mezclar el relleno con la crema de calabacín y queso azul, la puso por encima, antes de gratinar. Al gusto. 

   Os cuento como la he tuneado yo, y la podéis preparar como prefiráis. 

    Ingredientes: 

   - Dos calabacines gruesos 

   - 1 pimiento rojo 

   - 1 zanahoria 

   - 1 cebolla 

   - 500g de carne picada de ternera 

   - Queso azul 

   - Queso rallado para gratinar 

   - Sal, aceite de oliva, pimienta, nuez moscada 

   Cómo preparar los calabacines rellenos de carne y queso azul: 

   Lavamos los calabacines y les cortamos el rabito y la parte fea del culo. Los cortamos a lo largo, intentando que nos queden dos mitades lo más parecidas posible. 

  Con ayuda de un sacabolas, vaciamos los calabacines, haciendo una especie de "barquitos", dejando aproximadamente 1cm de grosor por todas partes. Reservamos la pulpa que hemos retirado. Si no tenemos sacabolas, podemos hacerlo también con un cuchillo y una cuchara. Pero el sacabolas es una utensilio barato que aunque no parece muy práctico a priori (¿Cuantas veces nos ponemos a hacer bolitas de melón para decorar o algo similar?), es muy útil para vaciar verduras en un momento. 

   Ponemos una cazuela grande con agua con sal a hervir. Cuando esté bien caliente, ponemos a cocer los calabacines durante unos 10-15 minutos, hasta que estén blandos pero firmes. Los escurrimos y colocamos en una fuente de horno. 

  

   De mientas, vamos preparando el relleno. Picamos la cebolla, el pimiento y la zanahoria, y los ponemos a pochar en una sartén grande con un hilo de aceite y un poco de sal. Cuando esté empezando a ablandarse, añadimos la carne picada desmenuzada, una pizca más de sal, pimienta y un poco de nuez moscada. Removemos hasta que la carne tome color y reservamos. 

   El tercer paso es hacer una crema con la pulpa del calabacín que teníamos reservada. Podemos hacerlo mientras se pochan las verduras. En un cazo ponemos un hilo de aceite, el calabacín y una pizca de sal. Cocinamos a fuego suave hasta que esté muy blandito. Podemos añadir un poco de agua, pero muy poca, un chupito aproximadamente, porque no queremos que la crema quede muy líquida ya que la usaremos para ligar el relleno, como si fuera una bechamel. 

   Cuando el calabacín esté casi deshecho, le incorporamos el queso azul. La cantidad, al gusto. Dependerá de si nos gusta más o menos fuerte, y del queso que utilicemos. En mi caso le he puesto unos 50 gramos. 

   Trituramos con la batidora hasta que quede todo como una crema. 

   Mezclamos la carne con la salsa de calabacín y ya tenemos listo nuestro relleno. Tan sólo queda colocarlo dentro de los barquitos de calabacin, poner un poco de queso rallado por encima y gratinar hasta que se dore ligeramente. 

   Variantes: 

   - Si queremos un plato vegetariano, podemos sustituir la carne por más verdura, como champiñones, pimientos de distintos colores, etc, o cuscus. 

   - Comprando un queso etiquetado como "sin gluten" podemos preparar estos calabacines aptos para celiacos, ya que no llevan bechamel. Lo mismo si utilizamos queso sin lactosa, para intolerantes. 

   - En vez de barquitos, podemos cortar los calabacines en varios trozos y vaciarlos en forma de vasitos para una presentación más original 

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