Albóndigas de pollo con salsa de calabaza y tomate

   Llevamos más de un mes de exceso tras exceso. Y se acercan las Navidades, así que hay que hacer una tregua y cuidarse un poco. Pero ojo, ¡eso no tiene que significar comer aburrido! 

  

   Esta es otra de esas recetas que surgió improvisando, pero que ha llegado para quedarse. Está buenísima. De echo iba a ser para el tupper del día siguiente, pero no pudimos resistirnos y acabó siendo la cena de ese mismo día... 

   Había en la nevera unos contramuslos de pollo. Y no me apetecía hacerlos como siempre. Tenía ganas de comer calabaza. Y el pinche había comprado 1kg de tomates. Pero yo quería calabaza... La idea de la salsa de tomate y calabaza la había visto/leído/oído ya en varios blogs, pero no le había hecho mucho caso. Total ,que con los ingredientes en mente se me antojó, así que me puse a experimentar y el resultado fue fantástico. Está buenísima. Yo hice para que sobre. Se puede embotar o congelar y está buenísima para pasta, para salsa, para fondo para una lasagna... 

   Y las albóndigas de pollo están riquísimas también. En la mayoría de supermercados grandes venden ya carne picada de pollo. Pero yo prefiero hacerla en casa. Creo que es porque la grasa del pollo me da bastante asquete, y la carne picada del super la lleva... si la picamos en casa, le ponemos lo que nosotros queremos. Yo lo hago con la picadora de la batidora, y queda estupenda. Se puede hacer con pechugas de pollo, yo en este caso lo he hecho con contramuslos. Más trabajo y más desperdicio, pero también más jugosos. Al gusto.

   Ingredientes: 

   Para la salsa: 

   - 700 de calabaza (peso sin pipas ni piel). Yo he usado la variedad butternuss 

   - 700 de tomates 

   - 1 cebolla 

   - 1 diente de ajo 

   - Sal 

   - Pimienta 

   - Aceite de oliva 

   Para las albóndigas de pollo: 

   - 500g de carne de pollo 

   - 1/2 diente de ajo 

   - Miga de pan (el tamaño de 2 nueces) 

   - 5 cl de leche (como un chupito) 

   - Sal Pimienta 

   - 1/2 cucharadita de tomillo 

   - Aceite de oliva 

   - Harina 

Cómo preparar las albóndigas de pollo con salsa de calabaza y tomate: 

    Como la salsa tarda bastante, la hacemos lo primero. Se puede también dejar lista con antelación. Pelamos y picamos la cebolla y la ponemos a pochar a fuego bajo con un hilo de aceite. Mientras tanto pelamos y picamos la calabaza en dados de 1cm. 

   Cuando la tengamos troceada la añadimos a la cazuela. Salamos, removemos y dejamos que se vaya haciendo, tapado. 

   Lavamos los tomates y los troceamos, de tamaño similar al de la calabaza. Los incorporamos a la cazuela, ponemos un poco más de sal, subimos un poco el fuego, a la mitad, y tapamos de nuevo. Yo voy añadiendo sal siempre a medida que voy incorporando ingredientes, así me es más fácil calcular. 

   Dejamos cocinar a fuego medio removiendo de vez en cuando, al menos 30-40 minutos, hasta que todo empiece a deshacerse. 

   Mientras tanto vamos preparando las albóndigas. Picamos el pollo junto al ajo en la picadora (mejor en 2 tandas). 

   Lo ponemos en un cuenco y añadimos sal y pimienta, tomillo, la miga de pan y la leche. Removemos bien y dejamos reposar 5 minutos. 

   Formamos las albóndigas y las enharinamos. Yo lo hago de la siguiente manera: Cojo un vaso (de los de agua) y pongo una pizca de harina en el fondo. Coloco la carne para una albóndiga, y otra pizca de harina sobre esta. Tapo el vaso con la mano y lo agito enérgicamente un par de veces. Ya está la bolita lista sin pringarme las manos más que con un poco de harina.

  Cuando estén todas preparadas, calentamos un poco de aceite y las hacemos a fuego lento. Si vamos a cocerlas en la salsa, no tienen que hacerse del todo, tan sólo dorarse. Si vamos a servirlas sobre la salsa sin mezclar (como en la foto), las hacemos a fuego suave y tapándolas, para que se hagan hasta dentro. Recordad que son de pollo y tienen que estar bien cocinadas. 

   Cuando la salsa haya cocido unos 30-40 minutos, la trituramos. Mejor con el pasapurés, ya que queda más grueso, para mi gusto como debe ser la salsa de las albóndigas. Además todas las pieles y las pipas se quedan en el pasapurés. Si lo queréis más fino, se puede pasar después la batidora. 

   Si vamos a emplatar: Ponemos un par de cucharadas de salsa en el plato y sobre ella las albóndigas. 

  Si es para comer más tarde, introducimos las albóndigas, que no se habían hecho del todo, en la salsa y dejamos cocer unos minutos para que se mezclen los sabores y se terminen de hacer.